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<p>[QUOTE="Säbel, post: 91149, member: 6"]</p><p>Me alegra que el texto despierte interés, gracias por sus comentarios y lecturas. Tardo de nuevo un poco en publicar, esto debería haber estado aquí el jueves, pero se atravesaron las fiestas patrias y apenas tuve tiempo de terminarlo ahora xD</p><p>Les dejo el cap. en spoiler, siguiendo un consejo que Chalchi me dejara antes. Voy a poner los demás asi a partir de ahora (también los primeros) más que nada para facilitar la lectura del tema, y que los nuevos lectores no se me pierdan tanto.</p><p></p><p>= = = = = =</p><p></p><p><strong>CAPITULO 7</strong></p><p>[spoiler=Clic para leer]</p><p><span style="font-size: 12px">Corvin contemplaba el atardecer, pensativo, en el mismo sitio donde apareciera con Saberjewel por la mañana. Se había escabullido de los demás con el pretexto de salir a cazar algo y el de esperar a que la chica se repusiera, ya que extrañamente no se había despertado después del mediodía como era su costumbre. La necesitaban fuerte y con la mente clara antes de intentar el rescate del esbirro Mistwar.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">El rostro de la vampira volvió a flotar frente a sus ojos, persistente, con esos ojos grises que le contemplaban evidenciando su desconcierto. Pero había algo que le parecía familiar, aunque por más vueltas que le daba no podía atar todos los cabos. ¿En dónde la había visto antes?</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Meneó la cabeza para despejarse la mente, apretando los dientes al notar el dolor que recorría su brazo izquierdo. Esa herida estaba tardando demasiado en sanar y lo atribuía a un castigo impuesto por su diosa, ¿de qué otra forma podría estar incompleto su poder como clérigo? ¿En verdad era necesario correr un riesgo tan grande al enfrentarse a Caruman? ¿Sería esto acaso una forma de hacer penitencia impuesta por la Señora de la Guerra y así recuperar sus favores? </span></p><p><span style="font-size: 12px">De cualquier forma, con el poco poder que le había dejado pudo percibir claramente el aura de maldad que se movía a sus espaldas.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Sé que estás aquí, deja de esconderte.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Sabía que no me equivoqué cuando te lo dije: algún día serás grande Corvin, siempre que hagas lo correcto – Caruman apareció tras el teúrgo, acercándose con cautela</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Qué quieres de mi? – el vampiro se giró, encarándolo</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Ya imaginaba que no estabas conmigo porque quisieras ser una mejor persona, pero me intriga saber por qué te empeñas en interferir con mis asuntos</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Mi meta es detenerte.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Caruman soltó una gran carcajada, la cual le erizó los vellos del cuerpo al teúrgo. Algo había cambiado en el ambiente, era como si el aire se volviera increíblemente denso; si respirara seguramente comenzaría a ahogarse. Con un mal presagio en su mente trató de mantenerse sereno, pero no podía. Tenía el cuerpo ya tenso, listo para pelear.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Ocultas algo más – Caruman, desafiante, se cruzó de brazos - ¿Cómo piensas detenerme, si nadie te ha visto lanzar un solo golpe? Es algo bastante patético para ser un sirviente de la mismísima deidad de la guerra. Ese grupo de amiguitos idiotas que tienes ahora no puede confiar en alguien como tú.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Te equivocas, ellos se dejan llevar por el corazón. Cosa que el nuevo Barón Slypher nunca ha hecho en su vida – respondió Corvin, mirándole fijamente</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-También tienen una imagen distinta a quien realmente eres, puedo sentir la oscuridad que emana de tu corazón – Caruman entornó los ojos - ¿Por qué no te unes a mi? Te he observado todo el tiempo que fingiste servir en mis filas, y puedes ser muy útil. </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-No puedo aceptar tu propuesta, a nadie le conviene que sigas gobernando estas tierras.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-En fin, debes saber que te mataré, ¿cierto? – Caruman fingiendo decepción, desenvainó su espada</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Corvin, por toda respuesta, se desenganchó el escudo que colgaba de su espalda y empuñando una maza pesada cargó contra Caruman, dispuesto a borrar para siempre esa sonrisa burlona de su rostro. El chocar de las armas y el escudo resonaba cual truenos rasgando el cielo, mientras sólo los dioses eran testigos del fiero combate que tenía lugar cerca del risco. Era cierto que Caruman llevaba ventaja, pero Corvin era, sin duda alguna, de las pocas personas que realmente le habían hecho frente en días recientes. La vampiresa del tatuaje en el rostro también parecía un enemigo interesante, quizá en no mucho tiempo podría buscarle y enfrentarse de nuevo a ella. </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Caruman sonreía malicioso, también pensando en que sería satisfactorio terminar con este obstáculo inesperado; Corvin temía no poder seguirle el paso por mucho tiempo. Se arriesgó a usar un hechizo para paralizarlo, que para su fortuna logró afectarle, y acto seguido se dispuso a golpearlo todo lo que pudo antes de que terminara el efecto. Cuando eso sucedió, Caruman simplemente le golpeó con toda su fuerza, haciendo que el teúrgo volara varios metros y cayera ya bastante lastimado. El vampiro se acercó a su rival para rematarlo, pero se detuvo repentinamente.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Tienes mucha suerte, no morirás hoy. Hay algo más importante de lo que debo encargarme ahora – el vampiro miraba hacia el bosque, mientras su sonrisa se volvía más pronunciada</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿A qué te refieres? – Corvin abrió los ojos al comprenderlo, mientras intentaba levantarse - ¡No! ¡No permitiré que lo hagas! </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡Por favor! – el vampiro le pateó el rostro con saña - ¡Sólo mírate! Apenas si puedes ponerte en pie y crees que me detendrás…</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Caruman recitó unas cuantas palabras arcanas para abrir un portal por donde salió una criatura enorme de color café, con cabeza de perro, patas y cuernos de cabra, y dos brazos enormes.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">- Dije que no te mataría, pero no sé que piense mi amigo - Caruman rió con sorna, mientras el demonio recién llegado rugía amenazador- ¡Que te diviertas!- agregó, antes de irse.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">* * * * * * * * * </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">El grupo de aventureros salía de la posada ya cerca del ocaso, después de una agradable merienda. Saberjewel había estado nerviosa desde el momento en que se despertó, y en las últimas horas una sensación de peligro se había sumado a sus nervios.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Tranquila, todo estará bien- Azalie le sonreía, tratando de calmarla- Hablaremos con mi contacto, nos dará su ubicación y en poco tiempo te reunirás con ella.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Azalie?- Pixy miraba alerta a su alrededor- ¿Cuál dices que es la casa donde estaba tu contacto?</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Está al final de esta calle, ¿por qué …?- Azalie se detuvo de golpe- Oh no…</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Aquella casa a la que iban estaba completamente en ruinas; lo poco que quedaba de ella estaba carbonizado y no pasaron mucho tiempo buscando antes de encontrar los restos del informante de Azalie. Revisando las pocas pertenencias de éste que lograron rescatar, se dieron cuenta de que faltaba algo: el mapa con la ubicación del palacio en donde se encontraban el esbirro y la hermana de Nolk.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Para ese momento Saberjewel se encontraba perlada en gotitas rojas de sudor, las manos le temblaban violentamente mientras las venas comenzaban a marcarse en su frente. Los demás contemplaban alarmados cómo la vampiresa caía arrodillada, cómo sus uñas se transformaban en garras y sus colmillos crecían hasta que el collar con la marca real comenzó a brillar. Parecía que la guerrera se calmaba un poco, pero evidentemente algo le dolía y mucho.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Estás bien?- Pixy le miraba preocupada</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Creo que si – Saberjewel se apretaba el pecho con fuerza- Debo irme…</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡No es prudente ahora!- Azalie, casi gritando, la tomó de un brazo</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡SE DONDE ESTÁ! ¡DEJAME IR ANTES DE QUE LO LAMENTES!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Los ojos de la vampiresa estaban inyectados en sangre, pero lo que hizo a la hechicera soltarla fue el reflejo amarillento que comenzaba a colorearle el iris, a la par que sus pupilas parecían alargarse. Apenas se sintió libre, Saberjewel comenzó a correr a una velocidad sobrehumana, saltando cualquier cosa que se le pusiera enfrente aun si era una casa.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Genial, se ha vuelto completamente loca. - Pixy dejó caer los brazos en señal de fastidio- ¿Ahora qué hacemos?</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Ir tras ella, sabelotodo- respondió Nolk, dedicándole una mirada asesina - ¿Pero cómo le alcanzaremos?</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-No quería hacer esto, pero no hay opción – Azalie se arremangó la túnica – Háganse a un lado, necesito espacio.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">La hechicera dijo algunas palabras en el idioma de los dragones, y ante los rostros asombrados del escudero y la ladrona, volvió a su forma de dragón. Al igual que Orpheus, lucía como un dragón plateado con plumas, aunque algo más pequeño y menos fornido. </span></p><p><span style="font-size: 12px">Azalie miró a sus compañeros -quienes la veían con ojos como platos- agitando las alas con impaciencia mientras se recostaba sobre el vientre. Tras unos segundos Nolk y Pixy comprendieron que les invitaba a subirse a su espalda y eso hicieron. Una vez se aseguraron de estar bien sujetos, Azalie levantó el vuelo rápidamente para no perder de vista a la vampiresa.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">* * * * * *</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Era el fin: el monstruo se cernía sobre él, y Corvin se encontraba ya demasiado agotado para continuar. Con asombro, vio como algo se aventaba contra el monstruo, golpéandole y haciendo volar sangre y pedazos de carne. La criatura rugió de dolor, intentando defenderse de esa cosa atrapándola y arrojándola contra un árbol, pero no sirvió de mucho. Instantes después el monstruo caía sin vida, y Saberjewel se arrodillaba de nuevo, temblorosa, al parecer luchando contra algo mucho más fuerte que su voluntad.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">- ¡No deberías estar aquí! – Corvin se incorporó como pudo y fue hacia ella</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">- Aléjate... - respondió ella, con la voz ronca</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">- No te dejaré así, no estás bien. Déjame ayudarte- el teúrgo la tomó por las muñecas, ahogando una expresión de espanto al verle las manos</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">- Suéltame… suéltame antes de que te arrepientas…</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">- No lo haré.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡SE QUE ESE BASTARDO LA HA CAPTURADO! ¡¡¡DEJAME IR!!!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡No!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Corvin maldecía su suerte, no sólo se encontraba herido, sino que también debía lidiar con una vampira aparentemente maldita. Pidió mentalmente a Daenizia que le diera fuerza suficiente para detenerla más tiempo, pero al parecer la diosa respondió a sus plegarias de otra forma.</span></p><p><span style="font-size: 12px">Orpheus apareció entre las nubes, bajando en picada hacia el lugar en donde se encontraban. Con un resoplido le indicó a Corvin que se apartara, y antes de que Saberjewel echara a correr de nuevo le atrapó en el suelo con su pata, con la fuerza suficiente para detenerla y no aplastarla en el intento. El paladín tomó su apariencia de semielfo tras recitar una plegaria a Naneel, usando algo de magia celestial para paralizar a la vampiresa. Algunos minutos después Azalie aterrizó junto a ellos, tomando de nuevo su apariencia habitual una vez que Nolk y Pixy se bajaron de su lomo.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Qué ha pasado aquí? – dijo Orpheus, tras un largo silencio</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Caruman apareció, me atacó y luego se detuvo, diciendo que tenía algo más importante qué hacer. Me parece que confirmó en dónde está la heredera Mistwar y fue por ella.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Entonces ese cerdo las tiene, ¿verdad?- Nolk pateó el suelo, frustrado- ¡Si tan solo hubiéramos llegado a tiempo!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Aun podemos hacer algo, creo saber a dónde se dirige – Corvin colocó su mano buena sobre el brazo herido – Si nos apresuramos llegaremos a tiempo para frenarlo todo.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Y qué haremos con la loca? </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Pixy tiene razón, debemos resolver eso primero – Azalie se dirigió a su hermano, visiblemente preocupada – Orpheus, antes de que se fuera vi a la Tempestad en sus ojos. </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">- Yo me encargo – respondió el que tenía sangre de dragón</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Qué piensas hacerle?</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Nada que la dañe, no te preocupes – el paladín se arrodilló junto a la vampiresa, tomándole la cabeza por las sienes. – Voy a averiguar qué ocurre con ella, me temo que podría estar bajo la influencia de una maldición. Pero si dices que viste a la Tempestad en sus ojos, podríamos estar ante una situación muy delicada y es vital resolverlo antes de que sea tarde.</span></p><p>[/spoiler]</p><p>[/QUOTE]</p>
[QUOTE="Säbel, post: 91149, member: 6"] Me alegra que el texto despierte interés, gracias por sus comentarios y lecturas. Tardo de nuevo un poco en publicar, esto debería haber estado aquí el jueves, pero se atravesaron las fiestas patrias y apenas tuve tiempo de terminarlo ahora xD Les dejo el cap. en spoiler, siguiendo un consejo que Chalchi me dejara antes. Voy a poner los demás asi a partir de ahora (también los primeros) más que nada para facilitar la lectura del tema, y que los nuevos lectores no se me pierdan tanto. = = = = = = [b]CAPITULO 7[/b] [spoiler=Clic para leer] [SIZE=3]Corvin contemplaba el atardecer, pensativo, en el mismo sitio donde apareciera con Saberjewel por la mañana. Se había escabullido de los demás con el pretexto de salir a cazar algo y el de esperar a que la chica se repusiera, ya que extrañamente no se había despertado después del mediodía como era su costumbre. La necesitaban fuerte y con la mente clara antes de intentar el rescate del esbirro Mistwar. El rostro de la vampira volvió a flotar frente a sus ojos, persistente, con esos ojos grises que le contemplaban evidenciando su desconcierto. Pero había algo que le parecía familiar, aunque por más vueltas que le daba no podía atar todos los cabos. ¿En dónde la había visto antes? Meneó la cabeza para despejarse la mente, apretando los dientes al notar el dolor que recorría su brazo izquierdo. Esa herida estaba tardando demasiado en sanar y lo atribuía a un castigo impuesto por su diosa, ¿de qué otra forma podría estar incompleto su poder como clérigo? ¿En verdad era necesario correr un riesgo tan grande al enfrentarse a Caruman? ¿Sería esto acaso una forma de hacer penitencia impuesta por la Señora de la Guerra y así recuperar sus favores? De cualquier forma, con el poco poder que le había dejado pudo percibir claramente el aura de maldad que se movía a sus espaldas. -Sé que estás aquí, deja de esconderte. -Sabía que no me equivoqué cuando te lo dije: algún día serás grande Corvin, siempre que hagas lo correcto – Caruman apareció tras el teúrgo, acercándose con cautela -¿Qué quieres de mi? – el vampiro se giró, encarándolo -Ya imaginaba que no estabas conmigo porque quisieras ser una mejor persona, pero me intriga saber por qué te empeñas en interferir con mis asuntos -Mi meta es detenerte. Caruman soltó una gran carcajada, la cual le erizó los vellos del cuerpo al teúrgo. Algo había cambiado en el ambiente, era como si el aire se volviera increíblemente denso; si respirara seguramente comenzaría a ahogarse. Con un mal presagio en su mente trató de mantenerse sereno, pero no podía. Tenía el cuerpo ya tenso, listo para pelear. -Ocultas algo más – Caruman, desafiante, se cruzó de brazos - ¿Cómo piensas detenerme, si nadie te ha visto lanzar un solo golpe? Es algo bastante patético para ser un sirviente de la mismísima deidad de la guerra. Ese grupo de amiguitos idiotas que tienes ahora no puede confiar en alguien como tú. -Te equivocas, ellos se dejan llevar por el corazón. Cosa que el nuevo Barón Slypher nunca ha hecho en su vida – respondió Corvin, mirándole fijamente -También tienen una imagen distinta a quien realmente eres, puedo sentir la oscuridad que emana de tu corazón – Caruman entornó los ojos - ¿Por qué no te unes a mi? Te he observado todo el tiempo que fingiste servir en mis filas, y puedes ser muy útil. -No puedo aceptar tu propuesta, a nadie le conviene que sigas gobernando estas tierras. -En fin, debes saber que te mataré, ¿cierto? – Caruman fingiendo decepción, desenvainó su espada Corvin, por toda respuesta, se desenganchó el escudo que colgaba de su espalda y empuñando una maza pesada cargó contra Caruman, dispuesto a borrar para siempre esa sonrisa burlona de su rostro. El chocar de las armas y el escudo resonaba cual truenos rasgando el cielo, mientras sólo los dioses eran testigos del fiero combate que tenía lugar cerca del risco. Era cierto que Caruman llevaba ventaja, pero Corvin era, sin duda alguna, de las pocas personas que realmente le habían hecho frente en días recientes. La vampiresa del tatuaje en el rostro también parecía un enemigo interesante, quizá en no mucho tiempo podría buscarle y enfrentarse de nuevo a ella. Caruman sonreía malicioso, también pensando en que sería satisfactorio terminar con este obstáculo inesperado; Corvin temía no poder seguirle el paso por mucho tiempo. Se arriesgó a usar un hechizo para paralizarlo, que para su fortuna logró afectarle, y acto seguido se dispuso a golpearlo todo lo que pudo antes de que terminara el efecto. Cuando eso sucedió, Caruman simplemente le golpeó con toda su fuerza, haciendo que el teúrgo volara varios metros y cayera ya bastante lastimado. El vampiro se acercó a su rival para rematarlo, pero se detuvo repentinamente. -Tienes mucha suerte, no morirás hoy. Hay algo más importante de lo que debo encargarme ahora – el vampiro miraba hacia el bosque, mientras su sonrisa se volvía más pronunciada -¿A qué te refieres? – Corvin abrió los ojos al comprenderlo, mientras intentaba levantarse - ¡No! ¡No permitiré que lo hagas! -¡Por favor! – el vampiro le pateó el rostro con saña - ¡Sólo mírate! Apenas si puedes ponerte en pie y crees que me detendrás… Caruman recitó unas cuantas palabras arcanas para abrir un portal por donde salió una criatura enorme de color café, con cabeza de perro, patas y cuernos de cabra, y dos brazos enormes. - Dije que no te mataría, pero no sé que piense mi amigo - Caruman rió con sorna, mientras el demonio recién llegado rugía amenazador- ¡Que te diviertas!- agregó, antes de irse. * * * * * * * * * El grupo de aventureros salía de la posada ya cerca del ocaso, después de una agradable merienda. Saberjewel había estado nerviosa desde el momento en que se despertó, y en las últimas horas una sensación de peligro se había sumado a sus nervios. -Tranquila, todo estará bien- Azalie le sonreía, tratando de calmarla- Hablaremos con mi contacto, nos dará su ubicación y en poco tiempo te reunirás con ella. -¿Azalie?- Pixy miraba alerta a su alrededor- ¿Cuál dices que es la casa donde estaba tu contacto? -Está al final de esta calle, ¿por qué …?- Azalie se detuvo de golpe- Oh no… Aquella casa a la que iban estaba completamente en ruinas; lo poco que quedaba de ella estaba carbonizado y no pasaron mucho tiempo buscando antes de encontrar los restos del informante de Azalie. Revisando las pocas pertenencias de éste que lograron rescatar, se dieron cuenta de que faltaba algo: el mapa con la ubicación del palacio en donde se encontraban el esbirro y la hermana de Nolk. Para ese momento Saberjewel se encontraba perlada en gotitas rojas de sudor, las manos le temblaban violentamente mientras las venas comenzaban a marcarse en su frente. Los demás contemplaban alarmados cómo la vampiresa caía arrodillada, cómo sus uñas se transformaban en garras y sus colmillos crecían hasta que el collar con la marca real comenzó a brillar. Parecía que la guerrera se calmaba un poco, pero evidentemente algo le dolía y mucho. -¿Estás bien?- Pixy le miraba preocupada -Creo que si – Saberjewel se apretaba el pecho con fuerza- Debo irme… -¡No es prudente ahora!- Azalie, casi gritando, la tomó de un brazo -¡SE DONDE ESTÁ! ¡DEJAME IR ANTES DE QUE LO LAMENTES! Los ojos de la vampiresa estaban inyectados en sangre, pero lo que hizo a la hechicera soltarla fue el reflejo amarillento que comenzaba a colorearle el iris, a la par que sus pupilas parecían alargarse. Apenas se sintió libre, Saberjewel comenzó a correr a una velocidad sobrehumana, saltando cualquier cosa que se le pusiera enfrente aun si era una casa. -Genial, se ha vuelto completamente loca. - Pixy dejó caer los brazos en señal de fastidio- ¿Ahora qué hacemos? -Ir tras ella, sabelotodo- respondió Nolk, dedicándole una mirada asesina - ¿Pero cómo le alcanzaremos? -No quería hacer esto, pero no hay opción – Azalie se arremangó la túnica – Háganse a un lado, necesito espacio. La hechicera dijo algunas palabras en el idioma de los dragones, y ante los rostros asombrados del escudero y la ladrona, volvió a su forma de dragón. Al igual que Orpheus, lucía como un dragón plateado con plumas, aunque algo más pequeño y menos fornido. Azalie miró a sus compañeros -quienes la veían con ojos como platos- agitando las alas con impaciencia mientras se recostaba sobre el vientre. Tras unos segundos Nolk y Pixy comprendieron que les invitaba a subirse a su espalda y eso hicieron. Una vez se aseguraron de estar bien sujetos, Azalie levantó el vuelo rápidamente para no perder de vista a la vampiresa. * * * * * * Era el fin: el monstruo se cernía sobre él, y Corvin se encontraba ya demasiado agotado para continuar. Con asombro, vio como algo se aventaba contra el monstruo, golpéandole y haciendo volar sangre y pedazos de carne. La criatura rugió de dolor, intentando defenderse de esa cosa atrapándola y arrojándola contra un árbol, pero no sirvió de mucho. Instantes después el monstruo caía sin vida, y Saberjewel se arrodillaba de nuevo, temblorosa, al parecer luchando contra algo mucho más fuerte que su voluntad. - ¡No deberías estar aquí! – Corvin se incorporó como pudo y fue hacia ella - Aléjate... - respondió ella, con la voz ronca - No te dejaré así, no estás bien. Déjame ayudarte- el teúrgo la tomó por las muñecas, ahogando una expresión de espanto al verle las manos - Suéltame… suéltame antes de que te arrepientas… - No lo haré. -¡SE QUE ESE BASTARDO LA HA CAPTURADO! ¡¡¡DEJAME IR!!! -¡No! Corvin maldecía su suerte, no sólo se encontraba herido, sino que también debía lidiar con una vampira aparentemente maldita. Pidió mentalmente a Daenizia que le diera fuerza suficiente para detenerla más tiempo, pero al parecer la diosa respondió a sus plegarias de otra forma. Orpheus apareció entre las nubes, bajando en picada hacia el lugar en donde se encontraban. Con un resoplido le indicó a Corvin que se apartara, y antes de que Saberjewel echara a correr de nuevo le atrapó en el suelo con su pata, con la fuerza suficiente para detenerla y no aplastarla en el intento. El paladín tomó su apariencia de semielfo tras recitar una plegaria a Naneel, usando algo de magia celestial para paralizar a la vampiresa. Algunos minutos después Azalie aterrizó junto a ellos, tomando de nuevo su apariencia habitual una vez que Nolk y Pixy se bajaron de su lomo. -¿Qué ha pasado aquí? – dijo Orpheus, tras un largo silencio -Caruman apareció, me atacó y luego se detuvo, diciendo que tenía algo más importante qué hacer. Me parece que confirmó en dónde está la heredera Mistwar y fue por ella. -Entonces ese cerdo las tiene, ¿verdad?- Nolk pateó el suelo, frustrado- ¡Si tan solo hubiéramos llegado a tiempo! -Aun podemos hacer algo, creo saber a dónde se dirige – Corvin colocó su mano buena sobre el brazo herido – Si nos apresuramos llegaremos a tiempo para frenarlo todo. -¿Y qué haremos con la loca? -Pixy tiene razón, debemos resolver eso primero – Azalie se dirigió a su hermano, visiblemente preocupada – Orpheus, antes de que se fuera vi a la Tempestad en sus ojos. - Yo me encargo – respondió el que tenía sangre de dragón -¿Qué piensas hacerle? -Nada que la dañe, no te preocupes – el paladín se arrodilló junto a la vampiresa, tomándole la cabeza por las sienes. – Voy a averiguar qué ocurre con ella, me temo que podría estar bajo la influencia de una maldición. Pero si dices que viste a la Tempestad en sus ojos, podríamos estar ante una situación muy delicada y es vital resolverlo antes de que sea tarde.[/SIZE] [/spoiler] [/QUOTE]
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