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<p>[QUOTE="Säbel, post: 91153, member: 6"]</p><p>Ok, el siguiente capítulo es muy especial para mi. No sólo ha sido de mis favoritos hasta ahora, sino que también hay algunas sorpresas para ustedes mis lectores. La primera es algo que solemos hacer en Crónicas de Mimir, que son las sugerencias musicales. </p><p></p><p>Dentro del texto van a encontrar insertados reproductores de Youtube (no se preocupen, no les va a afectar en su lectura) con algunas canciones que escuchaba mientras escribía/corregía algunas partes, que sirven para dar un poco de ambientación musical y que puede hacer más interesante la experiencia de lectura si gustan escucharlas. La otra sorpresa la van a descubrir leyendo xD</p><p></p><p>PD. Si quieren hacer comentarios sobre algo que pudiera ser un spoiler fuerte para lo demás, por favor usen la función de spoiler (doh xD). Así ya quien le da clic para leer el comentario lo hace bajo su propio riesgo.</p><p></p><p>= = = = = = =</p><p></p><p><strong>CAPITULO 9</strong></p><p>[spoiler=Clic para leer]<span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">La Luna Negra estaba por alcanzar el cenit del cielo nocturno cuando el aporreo en la puerta lo sacó abruptamente de sus meditaciones. Yendo de mala gana a abrir la puerta se topó a un aprendiz de mago sumamente nervioso, al cual no se le entendía nada de lo que decía, salvo que tenía que ver con la vampiresa Mistwar. Casi derribándolo de un empujón, Caruman salió apresurado rumbo al salón en donde se llevaría a cabo el ritual que, según los magos, le ayudaría a aprovechar mejor la sangre del esbirro. </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Aquel lugar del viejo fuerte en donde se encontraban cumplía, por lo visto, las funciones de un salón del trono, tanto por el tamaño como por los amplios ventanales que permitían observar el paisaje al frente, y si era el caso, los movimientos del enemigo. Esta noche era diferente: ya que la sala se encontraba sumida casi en total oscuridad, apenas iluminada por los cientos de luces danzantes –similares a pequeñas luciérnagas- que revoloteaban por toda la habitación gracias a los magos de túnicas y capuchas negras que caminaban nerviosos por el lugar.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">[my-youtube width=425 height=25]http://www.youtube.com/watch?v=F3o39KZ9Hj8[/my-youtube]</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">El esbirro, una joven de tez clara y cabello negro, se encontraba recostada en medio de un intrincado símbolo arcano hecho con velas, sobre un lecho de plumas y sábanas de seda negra con la cabeza apuntando hacia la ventana, en el lugar donde todos sabían que estaba la Luna Negra aunque no pudieran percibirla con la vista. </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Y bien? </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Mi Señor- el que parecía el mago más experimentado hizo una reverencia- me temo que debemos acelerar el proceso. Es probable que su cuerpo no resista el poderío de Vuestra Magnífica Sangre corriendo por sus venas.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Eso es un pequeño inconveniente - Caruman volteó a ver a la joven, quien era presa de sacudidas espontáneas y tenía la piel perlada de gotitas rojas- ¿En verdad no se puede retrasar?</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Me temo que no, Su Excelencia.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Entonces no se diga más- añadió el vampiro, colocándose al lado de la joven.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Los magos desaparecieron las luces con un movimiento de manos, haciendo que el lugar se sumiera completamente en la penumbra nocturna. Acto seguido y guiados por el archimago, comenzaron a entonar un cántico arcano con voces graves y palabras en una lengua oscura olvidada hace mucho tiempo, que pocas veces se pronunciaba en voz alta. Repentinamente se encendieron las velas, empezando por las orillas del círculo hasta llenar el cuarto con una luz mortecina y antinatural, como los fuegos fatuos que rondan cerca de los cementerios. </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Caruman podía sentir el poder que ya llenaba la habitación, uno antiguo y vibrante que aumentaba al mismo ritmo que los cánticos arcanos. Llegado el momento, todas las voces se unieron en una sola nota profunda, mientras él se inclinaba para tomar a la joven por el cuello y morderla. Ella temblaba más cada vez, hasta que de repente se quedó quieta. Uno de los aprendices le acercó al vampiro una daga ritual, hecha de plata y de hoja serpenteante, en un cojín de terciopelo rojo. A la indicación del archimago, Caruman tomó la daga y se hizo un corte en la muñeca, colocando la herida sobre la boca de la joven para que bebiera.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">En ese momento se dieron cuenta de que algo había salido terriblemente mal: no se suponía que emitiera un grito desgarrador mientras su cuerpo se arqueaba violentamente hacia atrás, tampoco deberían de aparecerle tatuajes rojizos por todo el cuerpo, y mucho menos la luz de las velas debía tornarse del color de la sangre. Antes de que pudiera quitarse, la joven tomó del cuello a Caruman, oprimiéndolo con una fuerza tremenda que no debería tener.</span></p><p><span style="font-size: 12px">Los magos intentaron ayudar, pero al acercarse fueron engullidos por las violentas llamas de las velas, quedando carbonizados al instante. Indefenso, Caruman no podía más que observar cómo los colmillos de la joven crecían desmesuradamente, mientras la blancura de sus ojos se teñía completamente de rojo y su piel se llenaba de algo que parecían escamas. Para su suerte, el archimago aun seguía vivo tras el devastador golpe de las llamas. Logró arrancar al vampiro de las garras de la joven invocando un escudo protector y lo arrastró hacia atrás, alejándose lo más que pudo de ella.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Qué demonios está sucediendo? </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Había algo que no contemplamos- el archimago hablaba entre dientes, tratando de mantenerse concentrado en el escudo</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿¡Qué cosa!?</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Dicen que la Baronesa Mistwar solía colocar protecciones sobre sus esbirros predilectos – el archimago temblaba del esfuerzo – y si esta se ha activado significa que la Baronesa sigue viva…</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡MIERDA!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Ambos observaron aterrados cómo el cuerpo de la joven se había desfigurado hasta imitar de manera grotesca a una gran serpiente que ocupaba la mitad de la altura del salón, cuyos ojillos venenosos les miraban fijamente.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡¿Y AHORA QUE HACEMOS?! </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡NO LO SE!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡ARGH!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">El monstruo furioso arremetió contra ellos, haciendo que el escudo se disipara con una explosión que les sacó volando varios metros hacia atrás, donde un mueble repleto de botellas les recibió con una estrepitosa fuerza. Cuando Caruman se levantó, lleno de pequeños cortes a causa de los cristales y con una pierna herida por el impacto, descubrió que el archimago estaba muerto y que ahora se encontraba solo con una aberración a la que no sabía como enfrentar.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">=========</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">[my-youtube width=425 height=25]http://www.youtube.com/watch?v=8N_PXTGdlGw[/my-youtube]</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Corvin azuzó al grifo para que volara más rápido, ya que comenzaba a percibirse un fuerte olor a sangre en las cercanías. Estaba completamente seguro que era obra de Saberjewel, y le preocupaba que pudiera perder el control por completo.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Sabes algo, Alkenore? Creo que nunca terminaré de agradecerte por todo lo que me has ayudado.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Salvaste a mi cría, tenía una deuda contigo – le respondió el grifo con su profunda voz aterciopelada, antes de añadir con cierta preocupación – Hoy aparece la Luna Negra, ¿cierto? ¿Eso tiene que ver con todo lo que ha pasado últimamente?</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Me temo que si. Espero que lleguemos a tiempo...</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Cuando jinete y montura escucharon gritos femeninos de dolor, un mal presagio se cirnió sobre ellos. Al acercarse al palacio se percibía una presencia antigua y amenazadora, que penetraba hasta los huesos y les hacía estremecerse de forma involuntaria. Pero ver a una dolida Saberjewel bañada en sangre sólo confirmaba lo que el teúrgo ya sabía, aunque se negaba a aceptarlo del todo. Apenas Alkenore tocó tierra, Corvin se bajó de un salto, y con el corazón desbocado se acercó a la vampiresa. Esta intentaba levantarse, mientras se aferraba con fuerza el pecho.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿No te cansas… de esto?- respondió la vampira, intentando esbozar una mueca de disgusto</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Ya sabes entonces que no puedo dejarte entrar a ese palacio.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Ahórrate el discurso- Saberjewel miró con odio al teúrgo cuando intentó levantarla- Déjame… </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡Sé lo que le está pasando, no puedo hacerlo!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Por eso deberías dejarme ir… AGH…- el pendiente que llevaba la vampiresa había comenzado a calentarse- Tengo que protegerla…</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡Que no podemos entrar ahí! ¡Estás mal, y bien sabes que Caruman puede aprovecharse de ello!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡NO IMPORTA! ¡DEJAME IR!</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¡NO! </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">En ese momento, el viejo palacio se sacudió con violencia al mismo tiempo que un ruido de cristales rotos llenó el ambiente. El grito de Saberjewel al sentir que el pendiente se rompía complementó la macabra armonía. Alkenore reaccionó a tiempo para empujarles contra el muro de piedra, evitando la lluvia de los enormes fragmentos de los ventanales, protegiéndoles también con sus alas. Una vez se hubo calmado todo, Alkenore se apartó de los vampiros, mientras se sacudía el polvo y los fragmentos más pequeños de vidrio que le cayeran encima.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Corvin se encontraba bien, pero de Saberjewel no se podía decir lo mismo. Estaba inconsciente, tenía un agujero debajo del cuello y la piel de alrededor chamuscada, producto de la explosión mágica del artefacto que portaba. Rápidamente se acercó a ella para curarla, justo a tiempo para evitar que su cuerpo se convirtiera en cenizas: el impacto había sido tan fuerte que de no hacer algo pronto la habría matado definitivamente.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Gracias amigo- Corvin le dio unas palmadas al grifo, que se había acercado de nuevo, antes de levantarse- Debes irte. Ya has hecho suficiente, lo demás me corresponde.</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-¿Y qué hay de ella?</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">-Los demás no tardan en llegar, puedes dejarla con ellos. </span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p><span style="font-size: 12px">Corvin miró por unos instantes a su amigo antes de encarar el edificio. Justo cuando Orpheus y los demás llegaban al lugar el teúrgo tomó una decisión: llevó las manos a su rostro y lo descubrió. Ya no importaba que le vieran ahora, tarde o temprano debía suceder. Así, ante las miradas atónitas de los aventureros, y mientras su cabello negro y despeinado bailaba con el viento, Shadow desenvainó a Balthar y corrió hacia el interior del palacio, con el paladín siguiendo sus pasos.</span>[/spoiler]</p><p>[/QUOTE]</p>
[QUOTE="Säbel, post: 91153, member: 6"] Ok, el siguiente capítulo es muy especial para mi. No sólo ha sido de mis favoritos hasta ahora, sino que también hay algunas sorpresas para ustedes mis lectores. La primera es algo que solemos hacer en Crónicas de Mimir, que son las sugerencias musicales. Dentro del texto van a encontrar insertados reproductores de Youtube (no se preocupen, no les va a afectar en su lectura) con algunas canciones que escuchaba mientras escribía/corregía algunas partes, que sirven para dar un poco de ambientación musical y que puede hacer más interesante la experiencia de lectura si gustan escucharlas. La otra sorpresa la van a descubrir leyendo xD PD. Si quieren hacer comentarios sobre algo que pudiera ser un spoiler fuerte para lo demás, por favor usen la función de spoiler (doh xD). Así ya quien le da clic para leer el comentario lo hace bajo su propio riesgo. = = = = = = = [b]CAPITULO 9[/b] [spoiler=Clic para leer][SIZE=3] La Luna Negra estaba por alcanzar el cenit del cielo nocturno cuando el aporreo en la puerta lo sacó abruptamente de sus meditaciones. Yendo de mala gana a abrir la puerta se topó a un aprendiz de mago sumamente nervioso, al cual no se le entendía nada de lo que decía, salvo que tenía que ver con la vampiresa Mistwar. Casi derribándolo de un empujón, Caruman salió apresurado rumbo al salón en donde se llevaría a cabo el ritual que, según los magos, le ayudaría a aprovechar mejor la sangre del esbirro. Aquel lugar del viejo fuerte en donde se encontraban cumplía, por lo visto, las funciones de un salón del trono, tanto por el tamaño como por los amplios ventanales que permitían observar el paisaje al frente, y si era el caso, los movimientos del enemigo. Esta noche era diferente: ya que la sala se encontraba sumida casi en total oscuridad, apenas iluminada por los cientos de luces danzantes –similares a pequeñas luciérnagas- que revoloteaban por toda la habitación gracias a los magos de túnicas y capuchas negras que caminaban nerviosos por el lugar. [my-youtube width=425 height=25]http://www.youtube.com/watch?v=F3o39KZ9Hj8[/my-youtube] El esbirro, una joven de tez clara y cabello negro, se encontraba recostada en medio de un intrincado símbolo arcano hecho con velas, sobre un lecho de plumas y sábanas de seda negra con la cabeza apuntando hacia la ventana, en el lugar donde todos sabían que estaba la Luna Negra aunque no pudieran percibirla con la vista. -¿Y bien? -Mi Señor- el que parecía el mago más experimentado hizo una reverencia- me temo que debemos acelerar el proceso. Es probable que su cuerpo no resista el poderío de Vuestra Magnífica Sangre corriendo por sus venas. -Eso es un pequeño inconveniente - Caruman volteó a ver a la joven, quien era presa de sacudidas espontáneas y tenía la piel perlada de gotitas rojas- ¿En verdad no se puede retrasar? -Me temo que no, Su Excelencia. -Entonces no se diga más- añadió el vampiro, colocándose al lado de la joven. Los magos desaparecieron las luces con un movimiento de manos, haciendo que el lugar se sumiera completamente en la penumbra nocturna. Acto seguido y guiados por el archimago, comenzaron a entonar un cántico arcano con voces graves y palabras en una lengua oscura olvidada hace mucho tiempo, que pocas veces se pronunciaba en voz alta. Repentinamente se encendieron las velas, empezando por las orillas del círculo hasta llenar el cuarto con una luz mortecina y antinatural, como los fuegos fatuos que rondan cerca de los cementerios. Caruman podía sentir el poder que ya llenaba la habitación, uno antiguo y vibrante que aumentaba al mismo ritmo que los cánticos arcanos. Llegado el momento, todas las voces se unieron en una sola nota profunda, mientras él se inclinaba para tomar a la joven por el cuello y morderla. Ella temblaba más cada vez, hasta que de repente se quedó quieta. Uno de los aprendices le acercó al vampiro una daga ritual, hecha de plata y de hoja serpenteante, en un cojín de terciopelo rojo. A la indicación del archimago, Caruman tomó la daga y se hizo un corte en la muñeca, colocando la herida sobre la boca de la joven para que bebiera. En ese momento se dieron cuenta de que algo había salido terriblemente mal: no se suponía que emitiera un grito desgarrador mientras su cuerpo se arqueaba violentamente hacia atrás, tampoco deberían de aparecerle tatuajes rojizos por todo el cuerpo, y mucho menos la luz de las velas debía tornarse del color de la sangre. Antes de que pudiera quitarse, la joven tomó del cuello a Caruman, oprimiéndolo con una fuerza tremenda que no debería tener. Los magos intentaron ayudar, pero al acercarse fueron engullidos por las violentas llamas de las velas, quedando carbonizados al instante. Indefenso, Caruman no podía más que observar cómo los colmillos de la joven crecían desmesuradamente, mientras la blancura de sus ojos se teñía completamente de rojo y su piel se llenaba de algo que parecían escamas. Para su suerte, el archimago aun seguía vivo tras el devastador golpe de las llamas. Logró arrancar al vampiro de las garras de la joven invocando un escudo protector y lo arrastró hacia atrás, alejándose lo más que pudo de ella. -¿Qué demonios está sucediendo? -Había algo que no contemplamos- el archimago hablaba entre dientes, tratando de mantenerse concentrado en el escudo -¿¡Qué cosa!? -Dicen que la Baronesa Mistwar solía colocar protecciones sobre sus esbirros predilectos – el archimago temblaba del esfuerzo – y si esta se ha activado significa que la Baronesa sigue viva… -¡MIERDA! Ambos observaron aterrados cómo el cuerpo de la joven se había desfigurado hasta imitar de manera grotesca a una gran serpiente que ocupaba la mitad de la altura del salón, cuyos ojillos venenosos les miraban fijamente. -¡¿Y AHORA QUE HACEMOS?! -¡NO LO SE! -¡ARGH! El monstruo furioso arremetió contra ellos, haciendo que el escudo se disipara con una explosión que les sacó volando varios metros hacia atrás, donde un mueble repleto de botellas les recibió con una estrepitosa fuerza. Cuando Caruman se levantó, lleno de pequeños cortes a causa de los cristales y con una pierna herida por el impacto, descubrió que el archimago estaba muerto y que ahora se encontraba solo con una aberración a la que no sabía como enfrentar. ========= [my-youtube width=425 height=25]http://www.youtube.com/watch?v=8N_PXTGdlGw[/my-youtube] Corvin azuzó al grifo para que volara más rápido, ya que comenzaba a percibirse un fuerte olor a sangre en las cercanías. Estaba completamente seguro que era obra de Saberjewel, y le preocupaba que pudiera perder el control por completo. -¿Sabes algo, Alkenore? Creo que nunca terminaré de agradecerte por todo lo que me has ayudado. -Salvaste a mi cría, tenía una deuda contigo – le respondió el grifo con su profunda voz aterciopelada, antes de añadir con cierta preocupación – Hoy aparece la Luna Negra, ¿cierto? ¿Eso tiene que ver con todo lo que ha pasado últimamente? -Me temo que si. Espero que lleguemos a tiempo... Cuando jinete y montura escucharon gritos femeninos de dolor, un mal presagio se cirnió sobre ellos. Al acercarse al palacio se percibía una presencia antigua y amenazadora, que penetraba hasta los huesos y les hacía estremecerse de forma involuntaria. Pero ver a una dolida Saberjewel bañada en sangre sólo confirmaba lo que el teúrgo ya sabía, aunque se negaba a aceptarlo del todo. Apenas Alkenore tocó tierra, Corvin se bajó de un salto, y con el corazón desbocado se acercó a la vampiresa. Esta intentaba levantarse, mientras se aferraba con fuerza el pecho. -¿No te cansas… de esto?- respondió la vampira, intentando esbozar una mueca de disgusto -Ya sabes entonces que no puedo dejarte entrar a ese palacio. -Ahórrate el discurso- Saberjewel miró con odio al teúrgo cuando intentó levantarla- Déjame… -¡Sé lo que le está pasando, no puedo hacerlo! -Por eso deberías dejarme ir… AGH…- el pendiente que llevaba la vampiresa había comenzado a calentarse- Tengo que protegerla… -¡Que no podemos entrar ahí! ¡Estás mal, y bien sabes que Caruman puede aprovecharse de ello! -¡NO IMPORTA! ¡DEJAME IR! -¡NO! En ese momento, el viejo palacio se sacudió con violencia al mismo tiempo que un ruido de cristales rotos llenó el ambiente. El grito de Saberjewel al sentir que el pendiente se rompía complementó la macabra armonía. Alkenore reaccionó a tiempo para empujarles contra el muro de piedra, evitando la lluvia de los enormes fragmentos de los ventanales, protegiéndoles también con sus alas. Una vez se hubo calmado todo, Alkenore se apartó de los vampiros, mientras se sacudía el polvo y los fragmentos más pequeños de vidrio que le cayeran encima. Corvin se encontraba bien, pero de Saberjewel no se podía decir lo mismo. Estaba inconsciente, tenía un agujero debajo del cuello y la piel de alrededor chamuscada, producto de la explosión mágica del artefacto que portaba. Rápidamente se acercó a ella para curarla, justo a tiempo para evitar que su cuerpo se convirtiera en cenizas: el impacto había sido tan fuerte que de no hacer algo pronto la habría matado definitivamente. -Gracias amigo- Corvin le dio unas palmadas al grifo, que se había acercado de nuevo, antes de levantarse- Debes irte. Ya has hecho suficiente, lo demás me corresponde. -¿Y qué hay de ella? -Los demás no tardan en llegar, puedes dejarla con ellos. Corvin miró por unos instantes a su amigo antes de encarar el edificio. Justo cuando Orpheus y los demás llegaban al lugar el teúrgo tomó una decisión: llevó las manos a su rostro y lo descubrió. Ya no importaba que le vieran ahora, tarde o temprano debía suceder. Así, ante las miradas atónitas de los aventureros, y mientras su cabello negro y despeinado bailaba con el viento, Shadow desenvainó a Balthar y corrió hacia el interior del palacio, con el paladín siguiendo sus pasos.[/SIZE][/spoiler] [/QUOTE]
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